Seguro que has oído más de una vez la siguiente afirmación: "El desayuno es la comida más importante del día". Y es cierto, sin embargo no es raro encontrar a mucha gente que no desayuna o se va al trabajo con un solo café.
¿Te has preguntado alguna vez por qué el desayuno es la comida más importante del día? Es la primera comida que hacemos después de ayunar ocho horas o más y debe darnos energía suficiente para afrontar la jornada laboral o escolar. Los nutricionistas aconsejan que esta comida debe aportar el 25% de la energía diaria para poder rendir las primeras horas del día.
Estudios realizados revelan que un mal desayuno o saltarse esta comida, tiene una relación directa con el nivel de atención de los niños en el colegio. Si un niño no desayuna, se sentirá fatigado, sufrirá un déficit de atención y sus capacidades cognitivas se verán mermadas, por lo tanto, su rendimiento escolar será menor.
Muchas personas piensan que saltándose esta comida podrán controlar su peso, sin embargo está comprobado que las persona que no desayunan tienen una mayor masa corporal. Nuestro organismo necesita nutrientes a primeras horas del día porque el metabolismo empieza a funcionar nada más levantarnos. Si desayunamos nuestro metabolismo se activará y funcionará más deprisa por lo que el gasto energético será más elevado. Si no desayuna el metabolismo funcionará más lento para ahorrar las reservas energéticas por lo que se irá produciendo el efecto contrario, ganamos peso.
No solo debemos desayunar cada día sino también tener en cuenta lo que desayunamos. Debe ser una comida equilibrada en nutrientes pero con el menor aporte de calorías y grasas posible.
Los hidratos de carbono los obtenemos de los cereales que se pueden tomar en forma de pan o cereales de desayuno sin azúcar y preferiblemente integrales para garantizar el aporte de fibra que favorecerá el tránsito intestinal.
La leche aporta proteínas y minerales como el calcio; es importante que sea desnatada para evitar consumir grasas saturadas que afectan al sistema cardiovascular. Para las personas que no les gusta la leche pueden tomar los lácteos en forma de yogur o queso fresco. Si eres alérgico/a o intolerante a la lactosa hay leches vegetales como la de soja, almendra, avena, etc. que pueden sustituir a la leche de vaca con un buen aporte de nutrientes de calidad.
De las frutas obtenemos vitaminas y minerales. La fruta se puede ingerir entera o en zumo, pero recuerda que el zumo casero contiene más vitaminas que el envasado. No olvides tomarlo recién exprimido.
Lo que deb
emos evitar en el desayuno es la bollería industrial que aporta un exceso de calorías y es escasa en nutrientes.Si desayunas fuera de casa, puedes acudir a establecimientos que ofrecen alternativas más saludables como puede ser un sándwich vegetal sin mayonesa, un pequeño bocadillo de jamón serrano y tomate o pan tostado con aceite de oliva. Lo podemos acompañar de una bebida saludable como un zumo natural, un té u otro tipo de infusión ya que la leche en las cafeterías suele ser entera, aunque ya se encuentran algunos establecimientos que sirven leche desnatada o incluso leche de soja.
Siguiendo estos pequeños consejos podrás mantener tu peso y tu salud incluso si desayunas fuera de casa.
Y tú ¿te apuntas a un desayuno saludable?
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